Un policía se aferró a su fe en Dios después de recibir un disparo en el cuello. El oficial encontró su fuerza en Cristo durante el momento más oscuro de su vida y dijo que fue un milagro haber sobrevivido.
Thomas Mangan, un oficial del Departamento de Policía Metropolitana de Indianápolis, Estados Unidos, fue baleado mientras perseguía a un delincuente este año, resultando gravemente herido.
Mangan sufrió daños en la "manzana de Adán" y la laringe, fue hospitalizado y requirió cirugía.
El oficial corrió el riesgo de no poder respirar ni hablar, pero se recuperó sorprendentemente.
Su esposa, Emory Mangan, dijo que encontraron la fuerza en Jesús para enfrentar la situación al poner su fe en Dios.
“Yo diría, 'Tommy, eres tan fuerte.' Simplemente negó con la cabeza y dijo que no, 'Soy débil, pero Dios es fuerte'", testificó Emory en una entrevista con el canal local WRTV.
Thomas agregó: “A menudo, en tiempos difíciles, no hay palabras para lo que necesitas. Tener a alguien aquí para sostener tu mano y apoyarse marcó la diferencia”.
Para el policía, el apoyo de su esposa también lo ayudó a no desistir de la lucha.
“Algunas personas, en circunstancias difíciles, no pueden manejar grandes cambios y terminan yéndose. Debido a que su amor por mí es firme e incondicional, ella todavía está aquí conmigo”, declaró.
Thomas Mangan continúa en tratamiento y ahora se prepara para su próxima cirugía, que se llevará a cabo en unas semanas.
El oficial concluyó: “La aplicación de la ley no es un trabajo sobre el glamour o sobre uno mismo. Se trata de servir".