Una pareja cristiana en Sudán se enfrenta a varios desafíos después que abandonaran el Islam y decidieran seguir a Jesús. Su matrimonio fue anulado y fueron acusados de apostasía; de ser encontrados culpables podría recibir 100 latigazos.
Nada Hamad Koko y su esposo, Hamouda Teya Kaffi, fueron convocados a una audiencia por un tribunal de Al-Baqir en Sudán. Debido a que abandonaron el Islam para seguir a Jesús, su matrimonio fue declarado ilegal y más tarde fueron acusados de adulterio. Poco después, descubrieron que habían sido incriminados por otra razón más: apostasía.
Los dos eran musulmanes cuando se casaron en 2016. Dos años después, Hamouda se convirtió al cristianismo.
La familia de la mujer la obligó a anular su matrimonio debido a la sharia, un conjunto de leyes islámicas. Nada y los dos hijos de la pareja se vieron obligados a regresar a la casa de sus padres.
Bajo presión, Nada se vio obligada a hacer lo que la familia exigía y terminó separándose de Hamouda.
En 2021, sin embargo, la pareja tuvo un reencuentro. Nada se reconcilió con su esposo y también decidió seguir a Cristo.
Su familia denunció a la pareja ante las autoridades, que ahora amenazan a los cristianos con 100 latigazos y un año de exilio si son declarados culpables en los tribunales.
“La presión psicológica sobre Nada y Hamouda es demasiado grande. Son otro ejemplo más de cristianos desafiados social y legalmente por su origen musulmán”, dijo Puertas Abiertas.
La organización explica que los jueces sudaneses mantienen abiertos estos casos para intimidar a los cristianos para que regresen al Islam.
“Incluso si son exonerados, la comunidad continúa discriminando y amenazando a estos cristianos”, dijo el director de asuntos legales de Puertas Abiertas en África Subsahariana.
El sistema legal sudanés se basa en la ley islámica, por lo que la religión predominante es el Islam. La persecución de los cristianos es una realidad y aquellos que abandonan el Islam para seguir a Cristo enfrentan aislamiento, discriminación y ataques.
Para no ser atacados por extremistas, muchos cristianos consideran que es mejor mantener la fe cristiana en secreto. Además, para mantener la seguridad de la familia, muchos ni siquiera crían a sus hijos como cristianos, por temor a las represalias de los líderes de la comunidad.
En áreas como las Montañas Nuba, existe un conflicto y tensión continuos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos rebeldes. Desde 2011, miles de cristianos han muerto en estos ataques, que muchos creen que es una limpieza étnica por parte de grupos minoritarios, especialmente cristianos.